Como bien dice el autor Stephen R. Covey “Es imposible construir un puente hacia el éxito sin primero saber los materiales de los que estamos hechos”. Esto, llevado al mundo laboral, profesional y personal, hace referencia a saber los “materiales” de los que estas hecho, a conocerse a sí mismo, a ser consciente de tus habilidades, talentos, valores, experiencias, incluso, tus limitaciones. Cuando tienes claridad sobre quién eres y qué eres capaz de hacer. Puedes tomar decisiones informadas sobre cómo navegar en el océano de posibilidades laborales.En tu camino profesional, te encontrarás con momentos de calma y otros de movimiento fuerte, pero cada uno te lleva un paso más cerca de tu destino. Tú tienes el poder de elegir el rumbo, y aprovechar cada oportunidad para avanzar.Para moverse el mundo laboral de manera efectiva, necesitas conocerte a fondo, saber cómo funcionas, qué te impulsa y qué te hace avanzar. El autoconocimiento te permite saberlo, pero esto, no es algo que se logra de una vez y para siempre, sino una búsqueda que va evolucionando conforme avanzas. la comprensión de ti mismo también cambia a medida que adquieres nuevas experiencias, enfrentas desafíos y aprendes de cada etapa personal y profesional.Al conocerte y ser consciente de tus habilidades puedes ponerlas a trabajar de manera más eficiente, adaptándote a las condiciones cambiantes que se presentan en tu trabajo y en tu vida. Por esto, es importante, el autoconocimiento; hay que observar hacia adentro, aceptar esos aspectos en los que eres bueno, tus limitantes; y permitirte crecer, a través del trabajo diario en tu Ser.Las empresas y los reclutadores valoran las personas con habilidades de trabajo en equipo, buena comunicación, adaptabilidad y flexibilidad, las cuales se traducen en estar preparado para los cambios, y la gestión emocional que deriva el equilibrio entre sentir, pensar y actuar.